Mary Poppins

Hoy he tenido la suerte de realizar un bonito reportaje. Aunque he terminado de trabajar más tarde de lo deseable, ha merecido la pena ver a nuestro míster vestido de torrentí y, sobre todo, comprobar las pasiones que levanta a su paso. No me voy a tirar el moco de que tengo una excelente relación con él, porque es mentira, pero sí que he podido mantener con él cinco o seis conversaciones y es un tipo que merece mucho la pena. Tendríais que haber visto cómo le paraban cada tres metros para decirle lo bien que está trabajando con el Levante o simplemente para mostrarle su simpatía. Va a tener que pasar mucho tiempo para que volvamos a disfrutar en Valencia de un fenómeno de masas de la índole de De Biasi, un personaje de los que ya quedan pocos en el fútbol. Un tío que, con el equipo desahuciado, a 10 puntos de la salvación, es manteado a la salida del estadio, algo tendrá. De momento, vamos a aprovechar la alegría que nos transfiere hasta el mes de junio. Luego, como Mary Poppins, desplegará su paraguas y aterrizará en otra ciudad para repartir su felicidad. Si su presencia ha hecho vislumbrar un rayito de sol en el levantinismo, lo tendrá más fácil en otras plazas con menos ceporros al mando. Y, si no triunfa, siempre le quedará el respeto, reconocimiento y aprecio de media ciudad, y también la otra mitad, como la nuestra.