No es keniata ni argelino, sino un ciudadano del ilustre barrio de Ruzafa (pese a que haya huido de las calles que le vieron nacer hacia destinos más glamurosos, pero yo sé que volverá). Su nombre es Alfredo y ha escrito a fuego su nombre en la particular historia de los héroes anónimos de nuestro tiempo. ¿Qué ha hecho? Para algunos será insignificante, pero para mí supone un triunfo de la fuerza de voluntad y las ganas de hacer algo grande que no puede provocar en mí sino un sentimiento de admiración e incluso de envidia sana. Nuestro héroe es una de las 2.942 personas que el pasado domingo madrugaron y completaron los 42'195 metros de la marathón popular de Valencia y, aunque terminó en el puesto 2.828, para mí es un auténtico campeón. A los que tenemos el privilegio de disfrutar, aunque no cuidar lo que deberíamos, su amistad, no nos sorprende en absoluto su logro, puesto que es un triunfador y rara vez se propone un reto que no termina por llevar a cabo. Los 4:29.24 que empleó para completar el recorrido son lo de menos y lo de más es que terminó primer clasificado dentro de su particular club, el 'Ferraro Associazione', que algún día nos explicará de dónde carajo se ha sacado él este equipo.
Oveja negra de una familia granota, tiró del espíritu de los suyos para conseguir lo que se proponía. Luego, por la tarde, los chicos de De Biasi continuaron tiñendo de azulgrana la jornada del domingo y, con más cojones que nadie, sacaron a Osasuna del Ciutat con las orejas calentitas. Un día para la gloria.
PD: No quiero olvidarme tampoco de otro gran tipo como Víctor, hermano mayor de Alfredo, que apenas necesitó un minuto más para terminar la prueba. También es un héroe de nuestro tiempo. Currante como pocos, con dos criaturas como dos soles y que, además de conseguir pagar la hipoteca, tiene arrestos todavía para correrse 42 kilometrazos. Mi admiración también para él.
2 comentarios:
Bueno, bueno, bueno, haber cuando dejas el futbol y te pones a hablar, haber pensemos, por ejemplo de donde veraneas
Amigo, agradecerte tus palabras una vez más...aunque alejados por la rutina...siempre estamos cerca..., nunca te recuerdo por que no te olvido...
Ya sabes, terroristas de sentimientos, maestros en la exaltación de la amistad acodados en culaquier barra...nos debemos tres o cuatro cervezas, unos cuantos abrazos y muchas conversaciones...muchas gracias por formar parte de mi vida.
Alfredo
PD...como diría el señor lobo...déjemos ya de chuparnos...
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