La mejor noticia deportiva de los últimos tiempos, con toda la quina que tenemos que tragar con los López Lara, Vicente Soriano, Goikoetxeas, Villarroeles y demás, ha sido la renovación de Luis García Plaza hasta el 2011 y ojalá que 2012, lo que significará que el Levante está en Primera. Espero que el Boskov de Altea no se estropee tras dar este paso y que siga siendo un madrileño muy de pueblo. Yo me alegro mucho por él y por los buenos de Menoti y Estanis.
Éste es un buen momento también para Manolo Salvador. Como decía en una columna de opinión del AS, tras callar ante las barbaridades de Pedro Villarroel, ahora se está redimiento de sus pecados y poca purga le queda tras coger un presupuesto ínfimo y con muchos problemas y hacer un equipo que da orgullo verlo derramar sudor y fuerza en cada partido, aunque no sea un dechado de virtudes. De los que atizaron al secretario técnico en el pasado (críticas justas en lo profesional pero algunos entraban en lo personal y él no les guarda rencor para demostrar que es mejor que ellos), ahora se han dividido en dos grupos: los que callan decentemente y los que le comen la polla porque, como bien dice Migue en su blog, hay gente que no se sonroja por ser de Villarroel, luego de Julio Romero, luego de Carmona, luego de López Lara y ahora 'manolistas' acérrimos. Y algunos de esos chaqueteros al más puro estilo Rafa Blasco (el conseller multicolor y solidario) van de levantinistas de pro. Ahora uno de Faura les da sopas con honda.
Algún compañero me decía en la rueda de prensa de la renovación que por qué estaba tan contento, que parecía que me firmaban a mí los 400.000 euros. Es sencillo: por fin viví una día normal y coherente de información granota y había que celebrarlo con la mejor de las sonrisas.
