jueves, 10 de septiembre de 2009

Felicidades por este gran día


Hoy, miércoles, ha hecho un día precioso en Valencia. Ha sido una gran jornada. Puede que haya pasado de puntillas pero yo lo he percibido en el brillo de los ojos de algunos. En el corazón en un puño de otros. En el ay que se escapa de esas almas que duelen ya de tanto sentir. Eran algunos pero no eran tan pocos. Eran los que eran y eso ya les ha parecido bastante. Cuando uno siente de verdad, le da igual que alrededor tenga, compartiendo lo suyo, ocho que 80 que 80.000. Hoy ha sido un día de cielo despejado, cristalino, azul y grana. Ha sido el día. Encima de los nubarrones había un sol resplandeciente que lleva, por cierto, calentando a algunos la nada despreciable cifra de 100 años.

Ha sido el día de Fernando. El día de Rafa y de Rafeta. El día de Berta. El de Emilio. El día más grande para Raimon, el de Pirri, el de Quico, el de Antonio Calpe. El de Pedrito Fuentes, Richi, José Vicente, Emilio... El del Primo, Isma, él día de Miguel Ángel Ruiz y Paquito Fenollosa. El de Salva Ferriol y Alvarito. El día de Huguito y Alemán. Ha sido el día de Migue Vara...

100 años no se cumplen todos los días y quizá hace reflexionar en que hay que fortalecer más los lazos que unen a las personas que los que las alejan. El sentimiento es tan fuerte que creo que se puede lograr aunque el big-bang ha sido tan fuerte que cuesta mucho que la energía vuelva a concentrarse en un núcleo único y poderoso.

En lo personal, han sido unas horas que me han llenado completamente como persona y profesional porque te das cuenta que hay mucha gente a la que le importa lo que haces y sobre todo aquello sobre lo que escribes. Soy feliz por todas las personas nombradas y algunas más que se me olvidan, he disfrutado moviéndome entre tanta ilusión. Hoy ha cogido carrerilla de nuevo una manera de sentir, de pensar, de encajar las alegrías y de mascar las desdichas. De ser diferente e independiente, como dijo en su día el más grande, Michael Corleone: "Toda mi vida he estado luchando por no ser una marioneta movida por los hilos de los poderosos". Y, sobre todo, de ser valiente, como acuñó el bravo Gimli: "Certeza de muerte... Mínima esperanza de éxito... ¿A qué esperamos?".

Felicidades a quien se dé por aludido.

No hay comentarios: