martes, 3 de junio de 2008

Despedida de Cabronzuelo

Lo sé, tengo que disculparme. Os tengo abandonados cinco semanas pero ya os he comentado en alguna ocasión, y si no aprovecho ahora para deciroslo, que me estoy volviendo más huraño de lo que me gustaría y desearía. Menos mal que Olivia tira de la cuerda para que no me escape del mundo de la gente comunicativa, si no me habría perdido hace tiempo. Además, ¿quién quiere leerme a mí cuando tiene ante sí la oportunidad de introducirse en los blogs de Manolo Andrés, Nas, Alfredo, Beinlich, Aitor Pilán, Vara o Ato (se prodiga poco, pero con una profundidad acongojante). En fin, hago propósito de enmienda y a partir de ahora vertiré mi opinión sobre algunos acontecimientos que, valga la rebuznancia, están pasando últimamente y que me tienen flipaito.
Uno de esos grandes acontecimientos se producírá el próximo 28 de junio, cuando mi amigo Javi Martín (no me refiero al de Caiga quien Caiga porque, además, dudo que contrajera matrimonio por la Iglesia), más conocido como Javi Recatí, pase por la vicaría. Antes, este sábado (gracias a mis compañeros de AS por dármelo libre, aunque me lo merezca ;) ) le despediremos por todo lo alto de su soltería. Entiéndase por 'todo lo alto' algo que para el resto de la humanidad no puede ser 'por todo lo alto'. No sé si puedo ofrecer los detalles de la despedida aquí, así que me reservo no sea que Ato me corte la cabeza. Sólo sé que nos lo vamos a pasar muy bien, sobre todo porque estaremos todos los que somos, espero.
Os hablaré de cómo conocí al también conocido como Javi el 'Piñas'. La primera vez que lo vi fue en la heladería de Rumir, en el Perellonet, y yo tenía como unos 11 años. Yo estaba dilapidando todo mi capital (ajeno) en la maquinita cuando apareció él y su amigo-mi amigo Carles para robarme los créditos. Como suena, robar. Eran dos, me sacaban un año y dos, una cabeza cada uno y yo además era un poco blandito, así que tuve que transigir, algo que le devolveré algún día. Empezaba mal la relación aunque, con el paso de los años, me ha devuelto con creces aquel hurto con todas las andanzas vividas. Debe ser el vodka de 500 pesetas de Continente (aquel que llevaba un etiqueta azul con la sugerente marca de 'Vodka') que le reblandeció el corazón, porque era un auténtico criminal. Sentó la cabeza hace unos años, coincidiendo mayormente con el hecho de conocer a la que será su esposa, Nieves, una chica encantadora. Algunos echamos de menos el lado canalla de Javi, aunque no está mal que se cortara la coleta, porque áhora mismo podríamos estar en chirona por alguna de sus barrabasadas (omitiremos el reloj hurtado por Carles en el supermercado Pons y que al día siguiente del robo lució en el mismo establecimiento, con el resultado obvio de que le pillaron).
Resumiendo: me alegro mucho del enlace, que celebraremos por todo lo alto el próximo día 28 y del que os iré informando.

PD: espero que la foto publicada arriba mismo, en la que aparezco disfrazado de Village People, haya compensado la larga espera. El que muerde la porra con fruición pecaminosa es Javi, el contrayente, con su inseparable vodka con naranja en la otra mano, ante la mirada de incredulidad de Olivia y la expresión de '¿con éste te vas a casar?' de su hermana Paula. Saludos.

3 comentarios:

Olivia dijo...

Holaaaaaa... por fin me he dado de alta!!!!!
Has omitido la historia de por qué le llamamos "Javi piñas", la cual es muy buena...
La verdad es que esperamos todos/as ansiosos/as el gran acontecimiento del próximo día 28, seguro que lo pasamos genial.
Besos
P.D: La foto muy buena, la pena es que no se aprecie en todo su esplendor el disfraz de Javi "piñas" o "recatí" que no tiene desperdicio (por supuesto el de Javi Minguez sin comentarios)

Manuel Andrés Zarapico dijo...

Por fin!!!!! Más de un mes de espera para seguir leyendo las aventuras de Mínguez en el mundo y no me has decepcionado. Lo de la foto disculpa de sobras la espera. Lo de que eras "blandito" de pequeño me lo creo. A pies juntillas. Una cosa, aunque te vuelvas un huraño nunca te quitaré la razón ni te diré que te quiero, ladrón, que no sé qué me das.

VICKY dijo...

Por favor cuenta más anécdotas como ésta, es muy bueno lo del reloj del super.