lunes, 30 de junio de 2008

Un día de gran felicidad

El sábado fue un día muy feliz para el grupo de amigos que ha crecido en torno al incomparable marco de El Perellonet. Muchas botellas llena de agua puestas en puertas, muchas sandías robadas, muchos hoteles quemados, muchos pisos piloto destrozados... con la adolescencia, muchas sangrías elaboradas en las escaleritas del Supermercado Pont, muchos cubalitos de caballo-loco o de vodka de 500 pesetas, muchos partidos de fútbol jugados de sol a sol en la playa... y ya la madurez, aunque cada vez nos veamos menos y sea más difícil entenderse, ha permitido que se refuercen muchas de estas amistades. Una pieza fundamental en toda esta trama y en la picaresca valenciana en general ha sido el gran Javier Martín, alias Recatí y alias el Piñas, por este orden. Digo que el sábado fue un día muy feliz porque se casó con una maravillosa chica llamada Nieves y tuvimos la suerte de acudir al enlace con fiestorro posterior. El día fue redondo y acabamos meneando el esqueleto y haciendo temblar la barra libre casi hasta las seis de la mañana. Luego, regresamos a Valencia rebuznando (así fue) en el autobús y con el conductor pensando que tenía un granja más que unas personas como pasajeros.
Los dos novios iban tan guapos como son y vivimos momentos muy felices y también cómicos, como el berrido de Richi y su 'vivan los novios' rayando el límite de decibelios permitidos... Todas las chicas del grupo iban muy guapas y los chicos tan elegantes como siempre, con ese saber estar del que sólo los que veranean entre Civisa y La Rampa pueden hacer gala. Hubo ausencias significativas pero, en definitiva, todos los estábamos lo éramos, o como se diga.
El que aparece en la foto con su elegante corbata naranja es Javi, el matrimoniado y el hombre pegado a una papada, ya sabéis que soy yo. El muy falso de mi gran amigo Recatí luce en la foto un gin-tonic, cuando todos sabemos que no tiene la categoría para bebérselo, porque él es uno de los principales abanderados del matarratas, es decir, el vodka, en la capital del Turia. La única ginebra que ha probado en su vida es la del gin-beer que degustamos el segundo domingo de unas felices Pascuas en casa de ATO, hará por lo menos 12 años.
Repito, fue una noche muy bonita y muy feliz de la que yo creo que guardaremos enormes recuerdos con el paso del tiempo.
El siguiente en pasar por la vicaría soy yo y espero que acompañado de la celestial Olivia ;) También confío en que esa noche sea igual de especial que la del pasado sábado. Luego le tocará subirse al altar a Daniel y Vicky, otra pareja de las que quitan el hipo y que en la boda del Piñas fue de lo más espectacular de la noche y también de lo más borrachín, en su lado masculino.

PD: Cumplidos los bodorrios, ahora toca relajarse un poquito en la playita del Perellonet. Sol, paseitos, futbol-playa, futbolín, cervecitas, truc, disfraces, chiringay, partidos amistosos...
PD: Javi y Nieves, sed muy felices. Saludos en Tailandia a los abuelos austríacos desviados...

1 comentario:

Manuel García Santa Cruz dijo...

Joder javi que recuerdos me han venido, interpreto que lo de las ausencias iba por mi. Gracias
Estaba en una boda de la prima de Laura en Teruel, como te imaginarás ni punto de comparación.
Nos vemos en breve en el Pere.